10 preguntas a Mónica Gonzalo sobre el Teletrabajo

Fuente: 
Fedeca Murcia

Mónica Gonzalo Martínez, funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, lleva más de 20 años trabajando en la Confederación Hidrográfica del Segura y es la actual Secretaria General del organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha desarrollado diversas funciones en la Confederación pero sin duda, uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado en los últimos años ha sido la actual pandemia por la Covid-19 y cómo mantener la funcionalidad del organismo sin poner en riesgo la seguridad y salud de sus trabajadores. No en vano, la unidad administrativa que dirige engloba varias de las áreas y servicios esenciales que han permitido el mantenimiento de su actividad técnica y administrativa (contratación, informática, nóminas, etc.).

Hablamos con ella de cómo ha sido la implantación del trabajo no presencial en la Confederación Hidrográfica del Segura y los cambios a los que deberán enfrentarse ante la nueva normalidad.

Pregunta: La Confederación Hidrográfica del Segura tiene más de 300 empleados, entre funcionarios de carrera y personal laboral, con tareas muy diferentes (administrativas, técnicas, dirección de obra, conductores, policía de aguas, mantenimiento de presas y otras infraestructuras, etc.) ¿Cómo se afronta una pandemia sabiendo que se tiene que dar una respuesta individualizada a tal variedad de perfiles?

Respuesta: Con mucho sentido de la responsabilidad y pensando en primer lugar en la salud de los empleados, en protegerla y en facilitar el seguir prestando el servicio público que nos es propio. Desde la Secretaría General se ha hecho una labor de coordinación con el resto de unidades (Comisaria de Aguas, Dirección Técnica y Oficina de Planificación Hidrológica) para proporcionar los medios técnicos, informáticos principalmente, que permitieran mantener nuestras funciones públicas con la mayor normalidad. Así mismo, se ha proporcionado con toda celeridad medios de transporte y acreditaciones para facilitar el desplazamiento de los trabajadores por todo el ámbito de la cuenca. Ha sido un esfuerzo grande de toda la Secretaría General. Y he de confesar que mi mayor preocupación, además de preservar la salud de los empleados públicos, ha sido poder pagar la nómina en un escenario nuevo de trabajo a distancia con todas las incógnitas a las que nos enfrentábamos.

P: Una de las medidas que se han adoptado en la confederación ha sido la implantación del teletrabajo ¿había experiencias previas en el organismo con esta modalidad?

R: Antes de hablar de esta modalidad de prestación de servicio, creo que debo hacer una puntualización. La Secretaria de Estado de Política Territorial y Función Pública distingue entre “trabajo presencial” y “trabajo no presencial”, por lo que no podemos hablar de “teletrabajo” propiamente dicho, ya que requiere desde mi punto de vista de una Resolución del Subsecretario, órgano competente, con acuerdo previo con las organizaciones sindicales.

Ya en el año 2018, antes de mi nombramiento, el Subsecretario del MAPAMA que era nuestro entonces Ministerio de adscripción, resolvió el establecimiento de un Programa de Teletrabajo para el ámbito ministerial cuya aplicación en los organismos de cuenca era opcional, y que no se aplicó en esta Confederación por lo que no había experiencia previa. Las instrucciones de aquella Resolución eran de difícil aplicación al momento excepcional que se nos planteaba con la Covid-19, sobre todo en lo que se refería a la naturaleza de las funciones susceptibles de desarrollarse mediante teletrabajo, a los requisitos que debían reunir los empleados públicos, o a la distribución de la jornada y medios informáticos, entre otras cosas.

Por eso decidimos que facilitar los medios básicos era lo principal y estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos ante una situación absolutamente extraordinaria y que ha originado la Resolución de 17 de junio el del Secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública sobre medidas a adoptar en los centros de trabajo dependientes de la Administración General del Estado con motivo de la nueva normalidad, resolución que seguro que marca un cambio de mentalidad y funcionamiento de la Administración General del Estado.

P: De acuerdo, entonces hablemos del “trabajo no presencial” que se ha llevado en la confederación en los últimos meses ¿cuáles fueron las primeras decisiones que se tomaron para su implantación? (¿adquisición de equipos? ¿seguridad informática? ¿otras?)

R: En primer lugar, se tomó la decisión de proveer de ordenadores portátiles con celeridad ante la incertidumbre de la duración de la situación y después, se realizó un esfuerzo increíble por parte del Servicio de Informática en disposición de equipos portátiles existentes, agilizar la compra ya iniciada de equipos fijos y facilitar conexiones VPN para los equipos particulares flexibilizando las normas de seguridad pero siempre salvaguardando la seguridad general establecida en el Esquema Nacional de Seguridad. Igualmente, el esfuerzo ha sido considerable para el Servicio de Comunicaciones en cuanto a la revisión y puesta en funcionamiento de nuevas líneas móviles, comprobación de su operatividad y activación de tarjetas y datos, por ejemplo.

P: Cada una de las unidades administrativas que forman una confederación hidrográfica tienen unas características muy particulares. En principio, Secretaría General y Comisaría de Aguas, con una importante carga administrativa y de tramitación de expedientes, serían las candidatas ideales para implantar el teletrabajo ¿está de acuerdo? ¿es más sencillo implantar el teletrabajo en este tipo de tareas?

R: Indudablemente sería muy difícil implantar el “teletrabajo” en aquellos puestos cuyas funciones requieran, por su propia naturaleza, la presencia física en un centro, ahora bien, incluso en alguno de estos casos, como podría ser los de Vigilancia de Dominio Público Hidráulico en la Comisaría de Aguas, se podría alternar la presencia física con el “teletrabajo”.

Abogo totalmente por ello. Considero que se ha demostrado la eficacia de este sistema para con la productividad de las tareas que tenemos encomendadas en las Unidades que mencionas y que, en efecto, por sus características de tramitación de expedientes, son candidatas perfectas al desarrollo de un verdadero teletrabajo.

Sin ir más lejos, en la Secretaria General hemos tenido que gestionar la situación generada por la Covid-19, en el ámbito del Servicio de Prevención y cuya dedicación ha ido más allá del deber necesario, estando absolutamente al pie del cañón si me permiten la expresión. También, el Área de Recursos Humanos y Servicios ha estado absolutamente dedicada a la actualización de nuevas instrucciones recibidas y a facilitar la información necesaria a todos los empleados sobre los certificados e impresos necesarios para cada situación particular.

Todo esto se ha llevado a cabo además de las funciones ordinarias de nuestra gestión, por lo que, repito, estoy muy orgullosa de los empleados que conforman la Secretaría General y su reacción.

P: ¿Cree que esta pandemia va a tener un impacto real en la Administración Pública a largo plazo modificando conductas como la introducción del teletrabajo, o es sólo coyuntural?

R: Lo que se ha hecho ahora, es decir, la implantación del trabajo no presencial, ha venido motivado por la necesidad de hacer frente a la situación creada por la pandemia, avalado por el artículo 5 de Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19. La implantación en el futuro del teletrabajo dependerá de las condiciones que se determinen por parte de la Subsecretaria, aunque, insisto, espero que de esta difícil y dramática situación pueda concluirse algo positivo que redunde en una mejora del resultado del servicio público y del interés general al que servimos facilitando el trabajo no presencial.

Hemos asistido a la fuerza a un cambio de planteamiento motivado por las duras circunstancias vividas, cambio avalado, como ya hemos visto, por la Resolución de 17 de junio, que parece manifestar que el trabajo no presencial ha venido para quedarse, con todas las ventajas que en el ámbito de la conciliación personal conlleva y que, sin duda, en el marco de mis competencias, impulsaré pues espero que no sea solo coyuntural y, en la medida de lo posible contribuiré a ello.

P: En su opinión, la automatización de procesos, la inteligencia artificial… ¿son una amenaza para los empleados públicos o una oportunidad para liberarles de tareas “automatizables” y re-orientarlos a otras más motivadoras e innovadoras?

R: Hay que tener en cuenta que, en la Administración General del Estado, la Secretaría General de Administración Digital, está desarrollando desde hace tiempo la implantación de la administración electrónica, de hecho dispone en su página web de un Catálogo de servicios de Administración Digital en el que se incluyen las opciones que se disponen para su puesta en marcha.

La Administración General del Estado tiene vocación de innovación y adaptación al cambio de paradigma sobrevenido, no olvidemos que los que la conformamos nos vamos ajustando a las nuevas herramientas que en modo alguno debe considerarse como una amenaza, antes al contrario, debemos acoger con dedicación y optimismo. Llegan nuevos tiempos, de hecho ya estaban aquí.

P: El estado de alarma decretó la suspensión/paralización de los trámites administrativos, sin embargo, en la Confederación Hidrográfica del Segura gran parte de la tramitación de expedientes ha continuado gracias al trabajo no presencial. ¿Cree que esto demuestra que los funcionarios están preparados para el teletrabajo? ¿Qué herramientas o capacidades serían necesario mejorar? (más formación, nuevos programas informáticos, etc.)

R: La Administración electrónica en la medida que utiliza procesos y aplicaciones que pueden ser utilizados desde cualquier equipo informático que respete las medidas de seguridad y de acreditación facilitaría la implantación del teletrabajo. En ese contexto los empleados públicos están obligados cada vez más a desarrollar sus funciones de forma telemática y he de decir que en ningún momento el servicio público de nuestro organismo se ha visto mermado por estas circunstancias, toda vez, el sentimiento general ha sido de unidad ante las variadas tareas.

Sí consideraría la necesidad de impartir formación en estos campos. No podemos olvidar la entrada en vigor de las Leyes 39/2015 y 40/2015, excepto de alguna parte relativa a la e-Administración que se ha diferido en el tiempo lo que indica que las leyes no atendían a la realidad del momento. Hoy por hoy, creo que estamos listos para culminar este reto, pero claro está, no sólo hace falta formación, sino recursos humanos y presupuestos para ello.

P: ¿Han observado alguna diferencia significativa para adaptarse al trabajo no presencial entre sus trabajadores? (por razón de sexo, edad, jerarquía u otros).

R: Con carácter general la adaptación ha sido buena y la respuesta ha sido positiva. Indudablemente la aceptación ha sido mayor para aquellos empleados públicos que están más adaptados a las nuevas tecnologías sin distinción de género. Me gustaría resaltar que, en el marco de las circunstancias vividas y como experiencia personal, ha sido duro compaginar el trabajo no presencial con una con escuela on-line para las familias con hijos, pero incluso este reto, ha sido superado con nota.

P: ¿Cuál es la valoración que el equipo directivo de la confederación hace de esta aventura del trabajo no presencia? ¿Y la del resto de funcionarios y personal laboral, han recibido un feedback?

R: La valoración ha sido positiva en cuanto, como hemos dicho, ha permitido a la Confederación seguir prestando los servicios públicos que tenemos encomendados con total normalidad. Por parte de los empleados públicos ya hemos comentado que ha sido aceptado con carácter general. Y en particular, sí me constan felicitaciones personales dirigidas al Servicio de Informática tanto de los empleados de las unidades como de los compañeros del equipo Directivo e incluso, del Presidente.

P: El actual Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha presentado recientemente la Ley del Clima. Además, ha asumido nuevas funciones para la dinamización de zonas afectadas por la despoblación. ¿Cree que el fomento del teletrabajo en la Administración podría tener un impacto real y positivo sobre ambos, deslocalizando a la población y disminuyendo emisiones al reducir desplazamientos a los centros de trabajo “tradicionales”?

R: El teletrabajo que en principio se pensó como un instrumento para facilitar la conciliación de la vida personal y profesional, ha demostrado ser un magnífico instrumento de eficacia en los resultados administrativos y de desarrollo de las circunstancias medioambientales que apunta. No es irrazonable afirmar que se facilitaría la repoblación de esos núcleos de la España vaciada. Me atrevería añadir un impacto más: la necesidad de menor espacio para oficinas y por qué no, mejorar la calidad de vida en el sentido de abandonar el desplazamiento en transporte público y organizar mejor el trabajo y por ende los resultados.